Recojo este edificio con una forma de platillo volante y pintado al estilo de un viejo coche de policía ruso -blanco y azul-. Dentro puede observarse la decoración a base de madera, ventanas redondas y un horno de leña, para poder pasar los largos inviernos rusos.

Por la pinta de los alrededores parece que sea una chabola de barrio periférico, sin embargo aquí con un poco más de pintura y chapa la convertirían en un glamuroso restaurante de primera.
ResponderEliminarBuen apunte en tu comentario, Enkil, si señor, tienes mucha razón.
ResponderEliminarSaludos.
Gollus.